Le hacen una entrevista a Lía Salgado, yo pienso en las operaciones que tiene. Le enfocan los ojos, que abre y cierra a destiempo, uno se desvía hacia la nariz. Después dice que va a donar un riñón. A continuación veo a mi mamá que es a quien van a operar. Está sobre una mesa, alrededor hay médicos y, sentado junto a ella, en un banquito está mi papá. Le hacen un tajo a lo largo de todo el torso. Después la veo dada vuelta. Yo quiero y no quiero mirar. Miro y veo todas las vísceras afuera, desparramadas. Entre ellas hay una cabeza de un ciervo pequeño, que no me llama la atención. Pienso cómo van a hacer para poner todas las vísceras en su lugar. Veo cómo le cortan el riñón, cuesta un poco, es como si cortaran carne con un cuchillo poco afilado. Mi mamá se queja un poco y después dice: "ya está, ya se desprendió".